Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado.
Dondequiera que se encuentre en su camino, desde el meramente curioso hasta el erudito teólogo, desde un niño pequeño hasta un jubilado, le ofrecemos herramientas para ayudarlo a Crecer en la Fe.
Formación cristiana permanente
A medida que crecemos en nuestra fe en Dios, nos convertimos en participantes de una formación cristiana de por vida. Esta no es una sola clase o evento, no es una marca de verificación o una tarea a realizar, sino un camino continuo que nos moldea o nos forma como seguidores de Jesucristo. En un camino de formación de por vida, buscamos involucrar a personas de todas las edades en una relación con Jesús; equipar a las personas con prácticas de fe y aprendizaje; capacitar a las personas para que sigan el llamado de Dios en sus vidas; y animar a la gente caminando con ellos en sus jornadas de fe. Todos estamos llamados a ser seguidores de Jesucristo, en el hogar, como individuos y en familias, y en comunidades de fe en toda la Diócesis de Nueva Jersey.
Haciendo Crecer Tu Iglesia
En la Diócesis de Nueva Jersey, el crecimiento de la iglesia comienza con un enfoque en aumentar el compromiso de las personas de seguir a Jesucristo en todos los aspectos de sus vidas.
A medida que hombres, mujeres, jóvenes y niños crecen en la fe y el liderazgo cristiano, la iglesia se convierte en un lugar donde Jesús transforma activamente la vida de las personas. Eso anima a los miembros a compartir lo que han encontrado con aquellos que aún no están en la iglesia.
Nuestras herramientas y recursos evitan que cometa errores comunes y ponen su energía donde será más efectiva.
escuela para el ministerio
… un programa que forma líderes laicos y candidatos para la ordenación, preparándolos para un liderazgo de servicio nuevo o renovado en nuestra diócesis. La Escuela para el Ministerio incorpora estudios académicos (en línea), formación espiritual y el desarrollo de habilidades prácticas para el ministerio.
Somos como barro en manos del maestro alfarero,
quien nos forma para el ministerio y nos da propósito.
